Deja de fantasear con la jubilación y prepárate para permanecer siempre activo

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¿Fantaseas con la idea de jubilarte?¿Sueñas con el día en el que no tengas nada que hacer?…. ¡Deja de hacerlo!

El estrés del día a día nos hace fantasear con todo lo opuesto, una vida contemplativa, sin obligaciones, sin madrugones,… pero está demostrado que jubilarnos acelera nuestro deterioro cognitivo.

No defiendo el retraso de la edad de jubilación ni trato de meterme en ninguna discusión política. Jubilarse tiene muchos beneficios, seguramente necesitarás menos medicamentos para el estrés, menos alcohol para superar un mal día, dormirás más,… pero tendrás una menor exigencia cognitiva (recordar citas, preparar una reunión compleja, etc.) y tu nivel social y relacional se verá perjudicado.

Para aspirar a una vida larga debemos dejar de aspirar a no hacer nada. De hecho, en el pueblo donde viven las personas más longevas del mundo, no existe el concepto de “jubilación”.

Ogimi, está situado cerca de Okinawa, Japón (cuna de nuestro querido Señor Miyagi de Karate Kid (nota para los cinéfilos)). Para ellos, tener un “propósito vital” es tan importante que no existe el concepto de jubilación, de retirarse.

Personalmente el concepto “propósito vital” siempre me ha producido rechazo. Pensar que hemos nacido para hacer una cosa concreta para la que estamos de alguna forma creados o predestinados me parece un error.

¿Y si tu “don” hubiera sido la microbiología molecular y resultó que naciste en la Edad Media? ¿Hubieras sido un pobre desgraciado sin vocación ni ocupación o tus habilidades te hubieran llevado a desarrollarte en otro campo?

Soy fiel defensora de lo segundo. No estás predestinado para una única cosa. La frase “Yo he nacido para….” nos pone límites y nos frustra cuando no sabemos terminarla. No has nacido para una única cosa. Tienes una serie de habilidades y capacidades, que en función del entorno y momento, se desarrollan de una determinada manera.

Este concepto se parece más al que manejan los japoneses cuando hablan de su “ikigai”, su propósito vital. Este va cambiando a lo largo de la vida sin sensación de fracaso, abandono o frustración.

Tu ikigai es aquello que te hace querer levantarte por la mañana, por insignificante que pueda parecerte: cuidar tu huerto, escribir, jugar a juegos de mesa con amigos, hacer voluntariado en un refugio de animales, tu trabajo, pasear con tus mascotas,…

Las personas no inventamos lo que nos hace levantarnos por la mañana, sino que lo descubrimos, y puede evolucionar y cambiar muchas veces a lo largo de la vida. Así que no tengas miedo de explorar, descartar y probar cosas nuevas.

Y cuando toque bajar el ritmo, recuerda que quien abandona las cosas que ama y que sabe hacer, pierde el sentido de la vida.

Somos seres sociales: sal de casa y refuerza tu comunidad

Además de tener una clara razón para levantarse por la mañanas, otra de las características de los habitantes de Ogimi es el componente social. Todos pertenecen a alguna asociación de vecinos en la que se sienten queridos, se ayudan y se cuidan. Incluso si la asociación es grande, se distribuyen en pequeños grupos y actúan como si fueran una familia estando muy atentos los unos de los otros.

La comunidad científica ha constatado que la soledad y el aislamiento social aumentan alrededor de un 30% el riesgo de mortalidad.

A raíz de esta realidad van surgiendo proyectos: nuevas actividades en centros cívicos, “adopta un abuelo”, cohousing,…

El cohousing es una iniciativa que empieza a recordarme el modo de vida de Ogimi, personas retiradas pero muy activas viviendo una vida independiente junto a personas en su misma situación. Se cuidan como si fueran una familia y hacen actividad juntos.

¿Eres joven y esto de la jubilación te queda todavía lejos?

Mira a tu alrededor y encuentra a alguien a quién puedas quitarle algún momento de soledad no deseada.

¿Te estás acercando a esa ansiada jubilación?

Empieza a hacer listas de cosas que te gusta hacer, que se te dan bien, y por las que te levantarías de la cama todos los días por muy insignificantes que puedan parecerte y comienza a hacerlas si no las estás haciendo ya. Jubilación NO debe ser sinónimo de INACCIÓN.

Y sal de casa, refuerza tu comunidad actual y busca nuevas relaciones. Somos seres sociales, y nos necesitamos los unos a los otros para vivir muchos años.

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Foto de Vlad Sargu en Unsplash

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