Soy de las que se marcan infinidad de emails con la banderita roja para leerlos tranquilamente en otra ocasión. Hoy domingo, me he sentado a repasar todos esos emails con interesantes artículos, enlaces, presentaciones, etc. que suelen mandarme mis compañeros y amigos. De entre todos ellos, uno que me envió hace tiempo @susanolivera me ha llamado especialmente la atención y he comenzado a tirar del hilo. Es un concepto interesante que he querido resumir en un post.
Índice de creatividad, índice de innovación e índice gay
Una medida del potencial económico de una región en el largo plazo puede medirse a través del índice de creatividad. Dicho índice se calcula en base a 4 factores:
- La clase creativa, el porcentaje de personas en puestos creativos e innovadores sobre el total de los trabajadores.
- El grado de presencia de industria de alta tecnología
- El índice de innovación, medido como el número de patentes registradas per cápita
- El índice de diversidad, medido por el llamado «índice gay» que mide la representación de parejas gays en la zona con respecto al total de la población.
El índice gay se usa como guía para conocer cómo de abierta es una ciudad, población o área para aceptar diferentes tipos de personas e ideas. Según estudios realizados en Estados Unidos, el índice gay ha demostrado predecir correctamente la presencia y crecimiento de la industria de alta tecnología.
Modelo de las 3 Ts
Estos cuatro factores se resumen como el modelo de las 3 Ts de la innovación y el crecimiento económico: el Talento, la Tecnología y la Tolerancia
Ranking de ciudades por índice de creatividad
El padre de este concepto es Richard Florida, autor, entre otros, del libro «The rise of the creative class and how it´s transforming work». Su estudio del año 2.000, colocó a San Francisco, Austin, San Diego y Boston en el top 3 de las ciudades estadounidenses con mayor índice de creatividad (compartiendo las 2 últimas el tercer puesto). Y si hablamos de estados, los primeros del ranking y por orden, son Massachusetts, California y Nueva York.
Existe un artículo escrito por Richard Florida acerca de este tema y cuyo título me encanta: «El auge de la clase creativa. Por qué ciudades sin gays ni bandas de rock están perdiendo la carrera del crecimiento económico»
Tras leer los resultados del estudio en Estados Unidos ha sido inevitable preguntarse en qué posición estaría España y dentro de ella, sus ciudades. He encontrado un estudio (sobre EEUU y la Unión Europea) realizado por Pablo Coto Millán de la Universidad de Cantabria en 2009 según el cual, Suecia, EEUU, Finlandia y Holanda ocupan el top 4 (por ese orden) y donde España se coloca en la posición número 11, compartiendo puesto con Irlanda, y por delante de Italia, Grecia y Portugal.
En estos tiempos en los que todo el mundo habla de creatividad e innovación, ha sido interesante ver cómo estos conceptos, a veces demasiado etéreos, pueden concretarse, medirse y relacionarse empíricamente con los resultados que producen, el crecimiento económico.