«Yo te nombro: Project Manager»
Como si del nombramiento indiscriminado de caballeros se tratara, se están designando project manager «falsos» en muchas organizaciones.
La cosa va así: Un responsable necesita que un miembro del equipo empiece a hacer «otro tipo de tareas», diferentes de las que hacía hasta ahora y que implican cierto liderazgo… lo que viene siendo el «tirar del carro» de toda la vida.
El responsable quiere motivar al empleado, que se sienta importante sin que esto implique subirle un centavo la nómina (obviamente)… ¿qué hacer? fácil, reunirse con él y decirle en un tono muy formal que va a liderar un tema muy importante, que va a ser el líder de ese proyecto, el project manager, el gestor del proyecto, … (cada organización usa una palabreja)
¿Debería esto representar un problema? En principio no, si realmente con el nombramiento le estuvieran dando realmente funciones de project manager (cosa que en la mayoría de los casos no se da) y si el nombrarle project manager fuera unido a la formación de lo que ello significa y no se tratara, como en tantas ocasiones he visto, de una mera herramienta motivacional.
Desvirtuando la profesión
El problema que esto representa, es que la profesión de «project manager» se está desvirtuando con este tipo de prácticas. Así que la próxima vez que veáis en la tarjeta de visita o en la firma del email de alguien, el título de project manager, preguntaos si es un título trabajado o motivacional.
Si esto sigue así, la certificación PMP va a convertirse en el gran filtro para reconocer la autenticidad en esta profesión. Profesión que se encuentra de moda y por lo tanto en peligro de ser pervertida…